EXT. PUERTA HOSTEL – DÍA
HOMERO sale del hostel y desata de un poste de luz a un pequeño ternerito que tiene un collar de perro y un pequeño sweater de mascotas.
HOMERO
Vamos Walter, vos seguro sabes adónde ir.
Yo te sigo.
HOMERO se queda esperando, mirando al ternerito que está parado inmóvil. Luego, el ternerito hace tan sólo un par de pasos, frena e inclina su cabeza hacia el cantero de un árbol. Inmediatamente HOMERO comienza a saltar de alegría, una amplia sonrisa cubre su cara.
HOMERO
¡En serio! No puedo creer que ahí se hagan
las hamburguesas. Pensar que estábamos tan cerca.
El ternerito comienza a comer el poco pasto que hay alrededor del árbol y HOMERO cambia su súbita alegría por cara de tristeza. Sin embargo, después lleva su dedo índice hacia la sien y esboza una pequeña sonrisa cómplice. Entonces acerca su mano y toma un poco de pasto para luego ponérselo en la boca.
HOMERO
Mmmmmm. Esto no tiene gusto a hamburguesa.
Walter, al final no entendes nada.
HOMERO mira al ternerito con cariño.
HOMERO
Pero no puedo enojarme contigo.
Eres tan tierno, bueno, dulce y jugosoooo.
Mientras dice estas palabras su boca se va abriendo lentamente dejando una línea de baba entre la parte inferior y la parte superior de su boca. HOMERO toma un poco más de pasto del cantero y mientras lo mastica comienza a caminar con un paso tranquilo y seguro, camina como si sintiera que domina el mundo. A su paso va mirando de lado a lado con los ojos entrecerrados, y al llegar a la esquina se queda sacudiendo su cabeza de arriba abajo y sus ojos entrecerrados. En un momento su cabeza queda quieta mirando fijo al otro lado de la calle.
CORTE A:
Vemos que al otro lado de la calle hay un local de hamburguesas muy grande. Sus puertas abiertas de par en par y un cartel en la puerta que es la figura gigante de una hamburguesa. Además, parado en la esquina hay un policía con el físico igual al de HOMERO. Una panza redonda, aunque su pelada es cubierta por el gorro del uniforme. HOMERO sale corriendo para cruzar la calle, aunque luego de hacer tan sólo unos pasos se detiene en el medio de la calle para tomar un poco de aire. Agachado con las manos en las rodillas HOMERO solamente retoma su paso luego de que un hombre al intentar esquivar y no atropellar a HOMERO choca al ternerito. El cuerpo del mismo sale disparado por el aire y cae a unos diez metros.
CORTE A:
Entonces HOMERO se levanta y mira con nostalgia en dirección al cuerpo del ternerito, que a pesar del tremendo golpe y el auto frenado con la parte del frente totalmente destrozada, se levanta del suelo como si nada hubiese sucedido. Con su pata delantera, se limpia un poco de sangre que cae de su boca, y luego se da vuelta y con esa misma pata, la agita como si estuviese sacudiendo un brazo como hace la gente al insultar. Entonces HOMERO retoma su paso nuevamente y corre hasta llegar a cruzar la calle, o sea unos cinco pasos más. HOMERO mira hacia el cartel del local de hamburguesas y luego al policía parado en la vereda. Realiza este movimiento dos veces más.
CORTE A:
(IMAGINACION DE HOMERO) En una especie de nube de pensamiento, aparece HOMERO estirando su mano para intentar agarrar una hamburguesa de su mismo tamaño. Debajo de esto, aparece HOMERO y el signo de igual con respecto al cuerpo del policía. Debajo aparece entonces el cuerpo del policía intentando agarrar otra hamburguesa de su tamaño.
CORTE A:
HOMERO se acerca hasta el policía parado en la esquina.
HOMERO
Buenos días señor de la ley.
¿Puedo hacerle una pregunta?
OFICIAL
Afirmativo.
HOMERO
¿Sabe dónde se hacen las hamburguesas?
OFICIAL mira a HOMERO y luego mira el cartel del local de hamburguesas.
OFICIAL
Usted me está haciendo algún cuento.
Me está tomando por idiota.
Muéstreme sus documentos.
HOMERO
No señor de la ley. Es que lo vi
con esa panza que supuse que sabía
dónde podía encontrar el lugar de las
hamburguesas.
OFICIAL
Encima me insulta. Lo voy a tener que llevar
detenido por insulto a la autoridad. Va a
tener que pagar una fianza de mil pesos, a menos
podamos arreglar de otra forma.
CORTE A:
OFICIAL está parado en la esquina y con su mano derecha acaricia la cabeza del ternerito.